viernes, 2 de agosto de 2013

Wolverine: Inmortal



Película: “Wolverine: Inmortal” (The Wolverine)
Director: James Mangold
Guión: Mark Bomback / Scott Frank  
Género: Comics / Aventura
Fotografía: Ross Emery
Música Original: Marco Beltrami
Reparto: Hugh Jackman, Tao Okamoto, Rila Fukushima, Famke Janssen…
País: USA 
Año: 2013
Duración: 126 min.
20th. Century Fox / Marvel Entertainment 
 


El oscuro héroe de Marvel busca renacer de sus cenizas
con garras y dientes


El universo Marvel llega nuevamente a la pantalla grande en este verano. En esta ocasión lo hace con uno de sus personajes más enigmáticos y salvajes, con uno de los que le abrió las puertas recientes del éxito de taquilla a través de las entregas de la saga X-Men dirigidas por Bryan Singer a partir del 2000, con uno de los consentidos de los comiqueros y de los espectadores ocasionales: The Wolverine (como indica siencillamente el título original de la cinta).

James Mangold hace de esta película, el noveno largometraje bajo su dirección y nos ofrece un episodio predecible y repleto de clichés pero que no deja de ser una opción entretenida y emocionante entre las cintas de superhéroes que inundan las salas cinematográficas durante esta temporada.




El filme se despega notablemente de su predecesor inmediato “X-Men Origins: Wolverine”, que no logró convencer a esa audiencia que simpatiza con la historia enigmática y caótica del rudo Logan.  Esta “secuela” no se comporta sólo como tal, y quizá en ello esté uno de sus aciertos, ya que decide ignorar la cinta que nos contaba sobre los orígenes de este mutante reforzado en adamantio puro, para resucitar la saga de este personaje y para eso, el relato se sitúa en un tiempo incierto posterior a X-Men: The last stand (2006).



Mangold se concentra en su personaje central y no permitirá que ni siquiera hordas de samuráis desvíen la atención del mismo; el relato es sobre Wolverine, el protagonista indudable que constituye el centro y el eje de toda la película. Afortunadamente tanto para el director como para el espectador, Wolverine es interpretado con destreza y efectividad por Hugh Jackman. El actor regresa una vez más a la piel del rebelde y casi ingobernable Logan tras su melódico paso por Los Miserables. Jackman no sólo se enfunda en el peludo y bravucón personaje del comic por sexta ocasión en la pantalla grande, sino que también nos demuestra que no hay un actor en mejores condiciones que él para hacer renacer a este personaje de sus cenizas y defenderlo con garras y dientes.



Así como es difícil imaginar actualmente a Tony Stark en manos de algún otro actor que no sea Robert Downey Jr, en la franquicia de Iron Man, lo mismo ocurre con Hugh Jackman y el X-men favorito de muchos. Su interpretación es voraz y agresiva aunque contenida como el personaje lo requiere… Logan debe estar agradecido por lo que Jackman le ha aportado en su conversión de las páginas de historietas al mundo del celuloide, como el actor por la popularidad brindada a través de esta poderosa franquicia que ha hecho definitivamente suya, como lo demuestra una vez más.


La cinta inicia con un espectacular prólogo en el que vemos una trama paralela ocurrida en el pasado, en la que Logan logra sobrevivir a la explosión atómica que devastó Nagasaki (sí… Wolverine, sobrevivió a una bomba atómica con su poder mutante de auto-regeneración y aún se las arregló para salvar a un joven militar de apellido Yashida… recuerden que es un personaje de cómic). Los recuerdos de este terrible suceso aún lo atormentan en sus pesadillas y sus recuerdos fragmentados.



Después de esta secuencia inicial descubrimos a un Logan solitario y errante —más que de costumbre—, refugiado en las montañas y decidido a despojarse de la ferocidad que lo caracteriza hasta que no pueda evitar ceder a los impulsos de cólera ante la injusticia como parte inherente a su naturaleza.  Sin embargo, el personaje se muestra como un animal herido, condenado al recuerdo de su amor imposible Jean Grey (la etérea Famke Janssen que quizá aparece más de lo necesario en la cinta); atormentado por el recuerdo de haber sido su verdugo y detener así la destrucción que estaba originando (dando continuidad a la historia propuesta por X-Men The Last Stand).
 Continúa...

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