Película: “Wolverine:
Inmortal” (The Wolverine)
Director: James
Mangold
Guión:
Mark Bomback / Scott Frank
Género: Comics / Aventura
Fotografía: Ross Emery
Música
Original: Marco Beltrami
Reparto: Hugh
Jackman, Tao Okamoto, Rila Fukushima, Famke Janssen…
País: USA
Año: 2013
Duración: 126 min.
20th. Century
Fox / Marvel Entertainment
El oscuro héroe de Marvel busca renacer
de sus cenizas
con garras y dientes
El universo
Marvel llega nuevamente a la pantalla grande en este verano. En esta ocasión lo
hace con uno de sus personajes más enigmáticos y salvajes, con uno de los que
le abrió las puertas recientes del éxito de taquilla a través de las entregas
de la saga X-Men dirigidas por Bryan Singer a partir del 2000, con uno de los
consentidos de los comiqueros y de
los espectadores ocasionales: The Wolverine (como indica siencillamente el
título original de la cinta).
James
Mangold hace de esta película, el noveno largometraje bajo su dirección y nos
ofrece un episodio predecible y repleto de clichés pero que no deja de ser una
opción entretenida y emocionante entre las cintas de superhéroes que inundan
las salas cinematográficas durante esta temporada.
El filme se
despega notablemente de su predecesor inmediato “X-Men Origins: Wolverine”, que
no logró convencer a esa audiencia que simpatiza con la historia enigmática y
caótica del rudo Logan. Esta “secuela”
no se comporta sólo como tal, y quizá en ello esté uno de sus aciertos, ya que
decide ignorar la cinta que nos contaba sobre los orígenes de este mutante
reforzado en adamantio puro, para resucitar la saga de este personaje y para
eso, el relato se sitúa en un tiempo incierto posterior a X-Men: The last stand
(2006).

Así como es difícil imaginar actualmente a Tony Stark en manos de algún
otro actor que no sea Robert Downey Jr, en la franquicia de Iron Man, lo mismo
ocurre con Hugh Jackman y el X-men favorito de muchos. Su interpretación es
voraz y agresiva aunque contenida como el personaje lo requiere… Logan debe
estar agradecido por lo que Jackman le ha aportado en su conversión de las
páginas de historietas al mundo del celuloide, como el actor por la popularidad
brindada a través de esta poderosa franquicia que ha hecho definitivamente suya,
como lo demuestra una vez más.

Después de esta secuencia inicial descubrimos a un Logan solitario y
errante —más que de costumbre—, refugiado en las montañas y decidido a
despojarse de la ferocidad que lo caracteriza hasta que no pueda evitar ceder a
los impulsos de cólera ante la injusticia como parte inherente a su
naturaleza. Sin embargo, el personaje se
muestra como un animal herido, condenado al recuerdo de su amor imposible Jean
Grey (la etérea Famke Janssen que quizá aparece más de lo necesario en la cinta);
atormentado por el recuerdo de haber sido su verdugo y detener así la
destrucción que estaba originando (dando continuidad a la historia propuesta
por X-Men The Last Stand).
Continúa...
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