Película: “The
Wolf of Wall Street” (El Lobo de Wall Street)
Director:
Martin Scorsese
Guión: Terence Winter (basado en el libro de Jordan Belfort)
Género: Comedia, Biografía, Crimen, Drama
Fotografía: Rodrigo Prieto
Reparto: Leonardo DiCaprio, Jonah Hill, Margot
Robbie, Mathew McConaughey, Rob Reiner, Jon Favreu, Jean Dujardin, etc.
País: USA
Año: 2013
Duración: 180 min.
Distribuida por Diamond Films
Todo con exceso...
las locas aventuras de un lobo en busca del ¿sueño americano?
El
gran cineasta Martin Scorsese tiene cierta predilección por narrar historias
sobre “chicos malos” y poco convencionales. Después de la hermosa ruptura que
representó Hugo en la pantalla grande, Marty está de vuelta con un nuevo
anti-héroe: un cínico embaucador -aunque igualmente encantador- que hará todo
lo que sea necesario para alcanzar la cima.
En esta ocasión nuestro personaje principal no se mueve en el sórdido
mundo de la mafia como lo hacen algunos de sus memorables protagonistas del
pasado, pero habita en un ambiente que puede llegar a ser aún más sórdido: el
mundo financiero de finales de los ochenta e inicios de los noventa.
Los
lazos que esta historia extiende hacia Buenos Muchachos y otras cintas icónicas
del director —con sus debidas distancias y diferencias— son múltiples. Podría
tratarse de una versión moderna de aquel italoamericano en busca de su lugar
dentro del único mundo que conoce y admira: la mafia. De manera similar, Jordan Belfort peleará por
su propio lugar en la cumbre de este mundo aún más escandaloso, pero igual de
traicionero y obsceno, como lo es el feroz mundo financiero de los corredores
de Wall Street en Nueva York, muchos de los cuales amasaron fortunas
inimaginables bajo la fachada de respetables hombres de negocio, que a través
del teléfono vendían ilusiones de riqueza a quienes depositaban su confianza y
ahorros en ellos.
Pero
empecemos por partes. La más reciente
película de uno de los cineastas activos más destacados de la actualidad, se
basa en las memorias escritas por el ex-corredor de bolsa Jordan Belfort, quien
vertió en dos volúmenes (que se convertirían en bestseller) su experiencia de
‘rockstar’ y el camino recorrido en su ascenso a la opulencia absoluta y
compulsiva.
Estas
memorias fueron adaptadas hábilmente por un hombre que también cuenta con
amplia experiencia en escribir diálogos para personajes que se mueven en
escabrosos mundos criminales de forma natural: Terence Winter (libretista
creador de series como Los Soprano y Boardwalk Empire). Esta empatía con
Scorsese por los chicos malos, da como resultado un guión exuberante y
trepidantemente enloquecido, acompañado de un estilo más caótico, energético,
con encuadres saturados, nada introspectivos y una edición veloz, dinámica e
imprecisa en ocasiones que nos toma por sorpresa. Lo que tenemos en pantalla es
una cinta llena de excesos sobre una vida excesiva… una vida tan exorbitante y
desmedida, cuya vertiginosa espiral de compulsión por el dinero y lo que éste
puede comprar, no parece detenerse nunca.
De
esta manera, la película inicia con un infomercial de la próspera compañía
“Stratton Oakmont”, una empresa que ha convertido a sus corredores, en personas
‘muy exitosas’ (medidas por la cantidad de dinero, bienes, bacanales y lujos
que gozan a diario).
A
continuación, Scorsese inunda el celuloide con imágenes que van de lo absurdo a
lo enloquecedor y nos traslada a la cotidianeidad de esta próspera oficina: un
sitio convertido literalmente en un circo de varias pistas, en el que no faltan
strippers, leones, meseros, orgías, tragos, drogas y hasta enanos arrojados
como hombres bala en un escenario que quizá sólo Kafka o Lynch habrían podido
concebir.
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Impecable trabajo de Scorsese y actuaciones sorprendentes de Leonardo DiCaprio, apenas me percaté que sale Thomas Middleditch, de Silicon Valley, pero aún no es tan conocido, sólo me gusta la serie jaja
ResponderBorrarTodavía no he visto la película, pero la quiero ver ;)
ResponderBorrarSaludos!