miércoles, 28 de septiembre de 2011

¿Cómo no enamorarse de París y de Woody?

Película:  MIDNIGHT IN PARIS
     (Medianoche en París)

Director:   Woody Allen
Guión:   Woody Allen
Año:   2011
Reparto: Owen Wilson, Rachel McAdams, Marion Cotillard, Kathy Bates, etc.

 


Pocos lugares evocan imágenes y sensaciones como París.  Su sólo nombre es capaz de evocar historias fantásticas pertenecientes a todas las épocas. Woody Allen lo sabe y nos recuerda que es un director que ama retratar ciudades como entes vivos, con memoria y pasiones. Es su homenaje singular a la llamada ciudad luz, a la capital mundial del romance.

Dicen por ahí que con Woody Allen no hay medias tintas, o lo amas o lo odias. Debo confesar que hace mucho tiempo solía creer que lo odiaba, pensaba en su personaje como un director pseudo-intelectual obsesionado con Freud y con una vida personal nada ejemplar de imagen desgarbada y descuidada… hasta que lo descubrí como cineasta.  Conocí poco a poco su ingenio, su humor irreverente, su astucia al contar una historia, su obsesión por los detalles y las imágenes, su atención a los diálogos y a las historias desde una perspectiva singular, diferente, osada e incluso me atrevería a decir única, su manera obstinada y muy suya de hacer las cosas… y entonces a través de su cine, supongo empecé a amarlo como artista: su arrojo, sus manías, su pasión y oficio por hacer y vivir del cine.

Allen es de esos directores que logran imprimir su sello particular e irrepetible en cada una de sus obras, no siempre con éxito, pero que llevan impresa su visión de las cosas, de ese personaje que tras la lente logra proyectar relatos auténticos y originales, curiosos o humorísticos, profundos o superficiales, pero con la facultad constante de ser diferentes al resto.